Las habilidades básicas son adquisiciones de determinados
patrones motores que parten de la propia motricidad natural para propiciar su
utilización en condiciones cualitativa y cuantitativamente diferentes, y que
permiten la realización de nuevos aprendizajes.
Se desarrollan estas
habilidades creando situaciones de aprendizaje que permitan a los niños
explorar posibilidades diferentes de respuestas.
Deben prevalecer aquellas
destrezas que suponen una aplicación funcional o adaptación a una situación
(trepar, gatear, transportar, arrastrar, nadar, patinar, golpear, rodar...).
La
habilidad motriz también incluye la mayor eficacia en las habilidades básicas
(desplazamientos, giros, lanzamientos, recepciones, saltos...).
Todas estas
habilidades se sustentan en las capacidades perceptivo-motrices de coordinación
y equilibrio.